lunes, 9 de julio de 2012

Lábaro Cántabro


Fuiste voz en la batalla
fuiste guía en el camino
con la sangre derramada
se tiñó tu piel de lino.

Con el oro de esta tierra
bordosé cruz de destino,
fue la cruz de nuestras vidas
el cruce de los caminos.

El vencedor del imperio
te tomo como cautivo,
fuiste el mejor estandarte
de su más digno enemigo.

Y mientras en tierra ajena
mil honores recibidos,
en tu Cantabria natal
marginado en el olvido

Por tanto tiempo apartado,
de la memoria perdido,
a tu suerte abandonado
trapo extraño, mal querido.

Solo algún pueblo vecino
por cántabro pretendido,
ante nuestra indiferencia
supo verte como digno.

Y al despertar de Cantabria 
al recobrar el sentido,
por señal marineruca
vilmente fuiste vendido

Por polaca o monaguesca,
por un trapo inexpresivo,
ajeno a historia ninguna
languidecido por frío.

Pero el pueblo soberano
liberado de prejuicios,
ondea de nuevo tu grana
con la estela embellecido

Como en lo alto del castro
espero verte algún día,
bella enseña milenaria
honrando la Tierra mía.

William