Poder esculpir con mis labios tu piel
juntar nuestros pechos, saciar nuestra sed
cerrar las heridas de mi corazón
morir de agonía si no oigo tu voz.
Recorrer los mares nadando o a pie
un simple alma en pena que se siente un pez
nadando sin rumbo ni dirección
que muere en la orilla de tu corazón.
Saber que si alguna vez hubo amor
tan sólo existió en mi imaginación
pero no me importa, ya ves... ...
te sigo cantando cada amanecer.
Ahora que el mundo ya no es lo que fue
que ya no hay valores ni tampoco fe
tan sólo nos queda tener ilusión
y juntos luchar por un mundo mejor.
Juntad vuestras manos y alzad la voz:
¡Que no quede nadie sólo en un rincón
que mueran las penas, que viva el amor
que ardan las banderas de cualquier nación!
William.