miércoles, 28 de diciembre de 2011
Vivo en una duermevela
¿Quién no ha sentido alguna vez la necesidad de correr, de romper con todo, de huir, de hacerse un ovillo con el solitario deseo de que el tiempo pase?. En días me busco, en días me encuentro y en días me suicido. No me he movido pero no estoy donde estaba, Quiero saber si soy verdad o si me engaño. A veces camino solo, a veces la soledad me acompaña, a veces me río de mi. A veces la risa soy yo. A veces hablo pero no me escucho, a veces me escucho pero no puedo hablar. A veces me callo, mi conciencia me escupe venenos de a cincuenta céntimos la garrafa. Y todo, todo porque a veces quiero ser yo. Pero a veces me miro y entonces sufro. Sí, sufro. Y mi corazón, hecho papel y lapicero, escribe renglones desesperados. Mis ojos lloran arena. Mi alma huye perseguida por mí mismo. Mi sangre acaricia la esperanza y al tocarla se hace costra. Busco mis manos para protegerme pero son de humo. Un humo podrido, desdentado y yonki. Y todo porque a veces quiero ser yo. Pero a veces me niego. A veces no se quien soy… pero esta noche sí. Esta noche soy el responsable de vuestro silencio y vuestro murmullo. Esta noche, soy un puto tarado... y vosotros más por escucharme.
Soy cada uno de los lugares en los que he estado. Soy los caminos que me quedan por recorrer. Soy los puentes que dinamito cuando me marcho, que si tengo que volver... ya volveré por otro lado. Soy un sueño en el que tengo una pesadilla por no poder soñar. Soy lo que me hace llorar y cuando lloro, soy yo cada una de mis lágrimas. Soy los espasmos de una polla sin agujero. Soy la gangrena en unos pezones de miel. Soy la tristeza de una paja a oscuras. Soy una muñeca hinchable buscando un alfiler. Soy el cartel de “aforo completo” en un tanatorio. Soy la resaca de una abstemia de besos. Soy la lluvia y soy el charco. Soy la necesidad de que algún día el amor mueva el mundo. Soy un puto tarado... y vosotros mas por escucharme.
William-Hovik.
viernes, 2 de diciembre de 2011
HE VUELTO.
Tras un largo periodo de letargo, hoy he vuelto a escribir. No ha sido fácil salir del lóbrego escondite donde me hallaba cautivo, y volver al rincón que tanto me gustaba. He vuelto a escribir y a evadirme en mi espacio, a tener el inmenso gusto de sentir la libertad de expresar todo lo que hay dentro de mí.
En ocasiones tristezas, en otras alegrías. También llantos e innumerables risas. Fantasía o realidad, ¿Acaso importa? Lo único que de verdad importa, es el momento que uno mismo vive al reflejar todo lo que lleva dentro.
Y es por eso, y no por otra razón, que hoy quería gritar escribiendo y en silencio, que ni las aguas bravas del mar Cantábrico, ni el más fuerte Tsunami, podrán jamás arrancar las palabras que en mis versos hoy vuelvo a depositar.
He vuelto, y esta vez, es para quedarme.
William.
En ocasiones tristezas, en otras alegrías. También llantos e innumerables risas. Fantasía o realidad, ¿Acaso importa? Lo único que de verdad importa, es el momento que uno mismo vive al reflejar todo lo que lleva dentro.
Y es por eso, y no por otra razón, que hoy quería gritar escribiendo y en silencio, que ni las aguas bravas del mar Cantábrico, ni el más fuerte Tsunami, podrán jamás arrancar las palabras que en mis versos hoy vuelvo a depositar.
He vuelto, y esta vez, es para quedarme.
William.
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