Tú no lo sabes amor, pero anoche dormí contigo a kilómetros de distancia entre tus brazos. No, no lo sabes, pero anoche cuidé tu sueño, acaricié tu alma y besé tu aliento en calma.
Tú no sabes que anoche en tu cama, mientras tú dormías, me colé en tus sueños como un intruso sin tú saberlo, bebí de tu boca, calmé mi sed y apagué mi ansia de ti... que me vuelve loco.
No amor, no sabes que ayer la suave sábana que te cubría y que acariciaba tu desnudez, era mi piel sobre la tuya. Que fuimos amantes apasionados, que te embriagaste de mí cual exquisito licor para derramarte en mí y renacer de nuevo a la vida.
Y hoy, al despertar, no sabias nada, pero has sentido como este bandido que robó tu sueño, se llevó tu alma y te dio la vida.
William.