miércoles, 24 de noviembre de 2010

Nadie está solo.

En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan sólo por amar
la libertad. 

Ignoro dónde vive, 
qué lengua habla, 
de qué color tiene la piel, 
cómo se llama,
pero en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos.

¿Oyes? 
Un hombre solo grita maniatado, 
existe en algún sitio. 
¿He dicho solo? 
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?

Nadie está solo. 
Ahora, 
en este mismo instante,
también a ti y a mi,
nos tienen maniatados.

*Desgraciadamente, todavía hoy este poema de José Agustín Goytisolo sigue teniendo plena vigencia.

William.



2 comentarios: