La soledad puede ser el más terrible de los infiernos, pero también puede ser la llave de tu propio paraíso interior. Hay una soledad que hiere y una soledad que acaricia. Una soledad que se parece a la muerte y una soledad llena de vida. Una soledad árida y baldía y una soledad fértil. Una soledad muda y una soledad sonora. Una soledad que es como un castigo y otra que se busca y se agradece. Yo vengo a convertir tu oscura soledad en una soledad mágica y radiante...si tu quieres...
William.
Acompáñame a estar solo... decía Ricardo Arjona...
ResponderEliminarAunque su música no me gusta,sus letras la verdad que son muy buenas.Un besito Eva.
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